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Me escondo de esa fiera que amenaza
cada noche con devorar las nieblas
que me visten de espectro a la deriva
entre tu cielo y todos los infiernos.
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Protejo las lunas en los espejos.
Que a poco que se proponga la noche
rompería en mil pedazos las huellas
que guardo en mis mapas con tanto celo...
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Busco en la hojarasca de tu jardín
una tumba a dónde llevar mis flores.
Y rezos que jamas he de aprender...
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Y todo envuelta en la bandera negra
que guarda entre sus cuencas y sus huesos
mis soledades vestidas de versos. ...
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Elizabetta Puig®
Ilustración: Naturaleza muerta/ Calle La Paloma (Ciudad Real)
Derechos Reservados
