PASAN...

Pasan las horas
una a una.
Anotan el tiempo
y su penuria.
Las hay
que poco o nada
importan.
Y otras sin embargo
 llevan en sus alas
aquello que llega
y empapa la impronta...
Se vuelven
impacientes guerrilleras,
se alzan las manecillas
como guadañas,
llaves maestras
de la venganza.
Entre los relojes
y los calendarios
muere la delicadeza.
.
Acallan los demonios
besando a la noche
con los labios sellados
por la furia y el reproche.
Se viste el horizonte
a sangre y fuego
y como gatas salvajes
se afilan las uñas
en su propia carne.
.
Cuando la balanza
se inclina
del lado más fuerte
su lazo,
apenas caricia tenue,
pierde su tersura
lentamente…
 .
 Elizabetta Puig® / Derechos Reservados
Imagen: Galatea Santos®/Parque de Invierno (Oviedo)

¿QUÉ ES...?

¿Qué es eso que traspasa?
Que arremete, que atenaza,
que parte y reparte de igual manera
desconcierto sin autor concreto.
.
Conduce al altar de los desgarros,
a las laderas de los silencios
al estupor de los cuerpos moribundos
entre las dudas y los retos sublevados.
.
¿Qué carga gana presencia
a golpe de disculpa sin culpa
de promesa sublevada en honor
a creencias novicias sin altar ni claustro?
.
Es el arte de esta guerra sin cuartel
sin trinchera ni medida
del mandato descabellado
del pozo oscuro del pasado,
de leyendas negras.
De palabra salida de otros labios...
.

Elizabetta Puig® / Derechos Reservados
Imagen: Galatea Santos®/Ria de Bilbao
 

TENGO...


Tengo un reloj a la espera de un soplo de vida.
Una calle vallada a la espera de un latido que
despierte sus aceras dormidas.
Tengo unas manos que no gobiernan mis líneas
ni cuentan historias de soledades infinitas.
Detengo el tiempo y la propia vida
mientras la niebla grita en al vacío mi nombre
desde las cumbres de acero y piedras heridas.
Dejo que la trayectoria de la primera luz del día,
hambrienta de buenas nuevas, rasgue mis cortinas.
Nada cambia en este tiempo de anhelos vencidos
y prisioneros, a merced de la sed de venganza
de la quimera extraviada, de la estupidez humana,
a merced de las cicatrices que sobre mis muros
descaradamente, se encaraman...

.
 Elizabetta Puig® / Derechos Reservados
Imagen: Galatea Santos®/Verdicio (Asturias)


CRÓNICA...

Aquí en esta tierra  estéril y yerma
dejo mis pisadas exhaustas día a día...
Entrego las viejas páginas de mi diario
a cualquier historia que vague entre valles
perdida...buscando su lugar en el mundo…
Se cosechan pesares y  penas
entre sus márgenes derrotados,
se cantan mil cantares de guerras
que nadie conoce cómo empezaron,
pero todos conocen cómo terminan...
Descubrir la luz de los faros
no es tarea sencilla. Ni comprensibles
sus señales en la lejanía ociosa ...
Veo cruzar sobre los altozanos
las tormentas vestidas de indolencia
siempre llueven con el mismo ademán
vestidas para la ocasión de terciopelo y niebla...
Impregnan mi crónica con su malicia
reduciéndola a anécdota fácil,
a línea eterna en el horizonte
que nunca ha de atrapar ávido
el tacto del mar en sus labios...
.
Elizabetta Puig® / Derechos Reservados
Imagen: Galatea Santos®/Lastres (Asturias)

YA...

Ya no temo a la noche.
Me abraza su manto
y en ella hundo mis temores.
Puedo alcanzar su luz meteórica
y por fin,
en el tablero de mi memoria
las tinieblas toman cuerpo y forma…
.
Ellas me recuerdan
cuánto de cierto
existe en los reflejos acristalados
en los vértices sibilinos
de aquello que no nombramos…
.
Alzo la mirada
hacia la línea tenue del horizonte
…sigilosa, sosegada…
sobre esta nave que anhela poseer
las últimas voces
destinadas a rompernos
en las estelas de este último viaje.
.
Nunca supe navegar y sin embargo
hoy surco las aguas mas abismales,
como llevada por un viento extraño,
en un vaivén dulce y melodioso
que no hace si no salvarme
del oleaje furioso…
.
Nada será igual.
Aunque yo sea el mismo volcán helado
el mismo magma arrebatado
a las entrañas de esta tierra…
.
Vaga el juicio
buscando amparo
antes de que la tormenta,
siempre liviana, siempre insuficiente,
lo devore con su rayo…
.
Elizabetta Puig® / Derechos Reservados
Imagen: Galatea Santos®/Medusas (Acuarium de Gijón)

BARRICADAS...

Como Lope en aquellas soledades,
como Machado junto a su viejo olmo,
voy y vengo a ratos buscando el colmo
que lucen mudas mis realidades...
.
Callan mis ojos, mis oscuridades.
Tropiezo a ciegas con el viejo tolmo
que señala el espacio que descolmo
de viejas guerras,  de fatalidades....
.
Siento en la lejanía la complacencia
de todos aquellos que ya cantaron
otras derrotas en las barricadas...
.
Persistiendo así la reminiscencia
de los sinsabores que nos dejaron
las tristezas y sus firmes punzadas...
.
Elizabetta Puig® / Derechos Reservados
Imagen: Galatea Santos®/Oviedo (Asturias)