CADA TARDE...


Te pierdo cada tarde 
al fondo del horizonte borracho de franqueza... 
Esclava de su astucia, 
mi desmemoria me roba con ahínco tu silueta,
tu voz, tus pasos que sobre el agua 
ondean hacia mi orilla...
Y allí los recojo. Los guardo en mis bolsillos
dónde camino a mi piel todo vuelve a tener sentido
a mí pesar...
Desde este frío páramo que no perdona nada
observo tu orilla, dónde no me aguardas.
Aprieta la pena bajo mi sombrero
y el sabor de la derrota se agarra a mi garganta
en un último esfuerzo por sobrevivir al olvido.
Aquí son las águilas las que abren las puertas
del cielo de par en par.
Mientras, reniego de la eternidad.
Nadie mejor que yo conoce la inmensidad de lo efímero.
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Elizabetta Puig® / Derechos Reservados
Imagen: Galatea Santos® / ACANTILADOS DE CARRANQUES (ASTURIAS)

CUENTAS PENDIENTES...


Tengo una cuenta pendiente conmigo misma...
Adolezco de una tendencia a desplegar mis alas
y dejarme llevar, por cualquier viento que sople cálido
por mis calles , a cualquier lugar...
Porque en principio, cualquier lugar, podría parecer bueno
con tal de escapar de la realidad a ras del suelo...
De grandes vuelos, de grandes distancias están las tumbas llenas...
Y yo ya cavé lo suficientemente profundo...
Tanto, tanto, que un día decidí en vez de hacerlo hacia abajo,
cambiar mi veleta y hacerlo hacia el cielo.
No ha sido fácil ...Nunca lo es...
Porque no sé bien cómo, de la tierra, de ese barro
que es lo único que te queda después de la tormenta,
surgen brazos que dibujan alrededor de mi garganta
un lazo de pena que según el día, según la hora
se apodera de mi respiración...Y mi mirada.
Cuando apenas una brisa se convierte en huracán,
no conoce a nadie...
Ni siquiera a los nidos de golondrinas colgados de los aleros del alma...
De aquellas golondrinas que decía Becquer...
Pero ayer, así de pronto,
como si nunca hubiera existido esa tormenta perfecta
que se gesta entre el cielo y la tierra,
cuando soplan los vientos cálidos que tornan
a heladoras escarchas por mor de una mala niebla,
ayer por fin eché cuentas y todo cuadraba...
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!Cuánto cuesta perder la inocencia!...
!Cuánto vivir a tumba abierta!...

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Elizabetta Puig® / Derechos Reservados
Imagen: Galatea Santos® / SOTO DE AGUES (ASTURIAS)

SEDICIÓN...


Me busqué en mi propio cuerpo
sin encontrarme más allá
de mis combates.
Deshice las horas que en mi piel
dejaron los viajes
de pensión barata y traje de domingo.
Adopté las prendas
del pretérito más imperfecto jamás vivido,
con la entereza
como única validez y compañía,
cada vez que descubría al espejo
mirándome de reojo.
Me expusiste sin tacto ni cautela
ante mis contiendas con el tiempo,
mis guerras perdidas,
mis rendiciones sin condiciones
a lo fugaz de la vida
que siempre viaja gratis
en tren sin estaciones…Ni vías muertas.
A los rivales del desasosiego,
del infortunio cuento
que no osé combatir por ellos.
Ni por sus promesas de infinitud
supurando obscenamente inmortalidad
a través de mis muros más inaccesibles.
Y ahora llegas, y me vendes al mejor postor
a quién pague el peor de los precios,
al ángel exterminador
de tantas palabras perdidas
enredadas en tu sedición...
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Elizabetta Puig® / Derechos Reservados
Imagen: Galatea Santos® / MADRID