AHORA...


Ahora es solo el tiempo
quien me lleva en sus labios.
Solo él me habla.
Y solo a él atiendo.
A sus razones, a sus pruebas 
tercas e irrefutables.
Todo lo demás
quedó como espuma de mar
en la orilla yaciendo.
Ni siquiera se salvó
la belleza del instante único
que hace a su brío eterno.
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Elizabetta Puig® / Derechos Reservados
Imagen: Galatea Santos® / Ruta litoral (GIJÓN)

PRECIPICIO...


Aún intentan las últimas hojas
batirse, no en batalla, si no en retirada
esquivando el precipicio del futuro
que asoma su sombra enajenada
con la muerte como bandera.
Sueña la rama con vencer sin vacilar
al abismo que las amarra a su condena, 
al sueño eterno de la absoluta nada,
al fin de la luz de este día sin coartada
al inicio de la más larga madrugada.
Pican el cielo feroces los estorninos 
con su danza negra y macabra 
y se mecen los últimos rayos de Sol 
sobre las últimas miradas aciagas...
Allí, sobre las copas almibaradas,
con un ápice de fe y certidumbre,
sueñan las hojas moribundas
que aún queda un último destello,
un último estertor mísero 
antes de desvanecerse sus venas
en las fauces del averno...
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Elizabetta Puig® / Derechos Reservados
Imagen: Galatea Santos® / Pista filandesa (OVIEDO)



SOBRAN HERIDAS...


Es curioso como pasa el tiempo
como pasan las horas y las jornadas
como todo pierde su importancia
como todo lo invade el silencio audaz.
Es curioso como mutan el cielo y sus ecos
de azul intenso a negro voraz
como la lluvia llega y arremete
contra los ventanales , contra los avatares,
contra la desmemoria que a ti se somete.
Baja el camino junto a mi puerta
convirtiendo en cascada de barro y remordimientos
todo aquello que inunda las aceras
a su suerte abandonadas. Restando alegría,
sumando sentencia y condena
en un mismo frío aguacero.
Se revolverá la existencia cualquier día.
Hará cuentas y resolverá al fin:
faltan cicatrices, sobran heridas.
No entiende el tiempo de curas urgentes.
Solo de oportunidades perdidas.
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Elizabetta Puig® / Derechos Reservados
Imagen Galatea Santos® / QUIRÓS (Asturias)

NOCHE DE REYES...


Traerá la noche un deseo.
Y alguna alegría perdida y hallada en el templo del desamor.
Traerá un sueño. A ratos roto, a ratos compuesto y sin noche de estrellas.
Ni Luna de cartón…
Busco mis zapatos nuevos para poner en la ventana.
Espero que no se los lleve el viento. Ni los moje la lluvia de madrugada.
Que las tristezas no vienen solas y a veces
les acompaña la mala suerte vestida de guardaespaldas.
No he sido todo lo buena que hubiera querido.
Nadie es perfecto. Y además es que me empeño en no serlo.
!Pero qué quieren ustedes!
Así me parieron en una noche de tormenta.
De ahí mi miedo al agua en cualquier formato.
Sobre todo la que corre a su libre albedrío.
A la luz artificial, por aquello de los rayos
y a los gritos y el ruido, por aquello de los truenos.
!Pero callo y otorgo tanto y tantas veces!.
Por ello y porque la sinceridad sin medida y a raudales
es lo que me queda de aquel caudal
que nos inundó el día que bajé del cielo.
¿O fue que subí del infierno?
Sea como sea, este año he repetido lección.
Y por eso, creo, que merezco algo más que un golpe bajo
en los bajos del corazón.
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Elizabetta Puig® / Derechos Reservados
Imagen Galatea Santos® / GIJÓN (Asturias)