HAYKU...


Recoger velas
y navegar sin viento.
Libres al fin.
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Elizabetta Puig®/Derechos Registrados
Imagen:Galatea Santos®/CASTROPOL (ASTURIAS)

OJOS TRISTES...


Ojos tristes de gato abandonado,
de pelaje de cieno y esparto,
habitado por la muerte
en lo profundo de sus huesos.
Ojos que miran y no ven nada.
Porque nada esperan más allá
del presente sin futuro ni pasado.
Lugares de podredumbre,
de humedad que baja al suelo
desde el reino de los tejados. 
De soledad en las noches de Luna llena
y tardes de Sol sin sombra
a plomo cayendo sobre los humanos.
Ojos tristes como triste es el verano
que se cierne sobre los acantilados
pretendiendo ser Agosto
cuando es Noviembre en cada rayo...
Golpes bajos y llanto desmesurado
camino del cementerio
por las callejuelas de este pueblo
armado hasta las esquinas
de salitre y misterio...
Allí en el altozano
donde, como los gatos heridos, 
habitan las sombras en los descampados
dejaré tu alma volar sobre el mar
gritando tu nombre al viento
volviéndome palabra errante
y flor sin Mayo que jamás ha de nacer
entre tus manos...
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Elizabetta Puig®/Derechos Registrados
Imagen:Galatea Santos®/CANDÁS (ASTURIAS)

SUICIDA...


Aún recuerdo aquel día.
Yo bordaba puntos sobre las íes
mientras tú tomabas la Bastilla.
Fue un verano efímero por resuelto
en forma y fondo,
por quedar en leyenda su paso
por nuestras tristes vidas.
Contar y recontar las horas
no lo hizo más amplio
ni más singular de lo estrictamente
inevitable y necesario.
Luego, tú volviste a la niebla.
Yo al Sol limpio de légamo.
Tan cerca, tan lejos.
Y en algún momento los cielos
se intercambiaron: yo me perdí en las nieblas
mientras tú buscabas tu sombra
entre los álamos del río del pasado.
Y así quedó. Y así fue.
Jamás he vuelto a tener un verano
en el que intercambiar la piel
con alguien más suicida que yo 
escapando de lo cotidiano.
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Elizabetta Puig ® / Derechos Reservados
Imagen: Galatea Santos® / OVIEDO (ASTURIAS)

TODAS LAS TORMENTAS...


Huyen las cigüeñas a sus nidos.
Los gatos abandonan sus equilibrios
de trapecistas en las cornisas..
Corren las moscas a buscar refugio
tras alguna ventana aún abierta
y las vecinas vacían los balcones
de sábanas vestidas de sueños efímeros...
Callan en las calles empedradas
los últimos pasos de la tarde
y el viento juega con las niñas
de falda corta y estrecho talle.
A lo lejos el cielo anuncia la tormenta
sucumbiendo entre sus fauces...
negras, húmedas, voraces...
El olor a tierra mojada recuerda
la cercanía de la batalla entre su órbita
y el destino más amargo...
Y es ahora cuando
me entristece recordar todas las tormentas
que en mi vida han sido,
como han marcado las estaciones
de esta existencia invadida por las omisiones
en el deber de socorro en caso de abandono...
No es Noviembre y sin embargo
pareciera que nos acercamos 
al filo del precipicio por el que caen al olvido
como caballos desbocados los amores perdidos.
Estas tormentas, ahora, también son mías.
Excepto aquella que a una estrella lejana
entregaste dejándote llevar 
por la estela de su huída...
Después, el silencio..
Ese silencio plomizo que todo lo invade
tras el rayo indolente y el trueno enloquecido...
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Elizabetta Puig ® / Derechos Reservados
Imagen: Galatea Santos® / LAGOS DE COVADONGA (ASTURIAS)