MORIR...


De morir por desgana,
muy mucho te guardarás
que sí yo sobreviví a tanta batalla,
ahora te toca a ti dar la cara,
que no admito la escapada,
que pretendes hacer,
como sí no pasara nada...
Y no me hagas hablar,
con mi amiga la Parca…
Ya sabes que de vez en cuando,
con ella mantengo
alguna más que animada charla...
.
Porque si tú te mueres…
aunque sea a fuego lento,
aunque sea de desgana…
¿A quién abriré mis resquicios?
¿A quién entregaré mis desquicios?
¿A quién dejaré los indicios
de todo lo que de mi alma mana?
.
Y sí al final lo decides,
si atiendes a su llamada,
no tendré compasión,
no llevaré a tu tumba
ni siquiera hojarasca…
Me quedaré escribiendo
con las luces apagadas,
una elegía a tu marcha,
en la que, como en otra
que ya conocemos, diga…
“!Lástima que no habláramos entonces!,
¡Lástima que no dijéramos nada!…
Compañero del alma…
compañero de desgana,…
…Lástima que te creyera,
cuando decías que todo aguantabas,
que todo embeberías,
como sí no pasara nada…
Qué no sé cómo se me ocurrió
creer tu bravuconada…,
Que como en otras ocasiones,
yo conozco mejor que tú mismo
el material del que estás hecho.
El material del que está hecha
tu alma.
.


Elizabetta Puig® (2011)/ Derechos Reservados
Imagen Galatea Santos® / Santuario Virgen de la Sierra- CABRA (2012)


No hay comentarios:

Publicar un comentario