No quisiera parecer caprichosa.
Ni tomar a la ligera tu sino.
No quisiera yo, sentir que no atino
y con ello dejar de ser dichosa.
No es nada fácil de entender. Lo sé.
Pareciera que soy dada a romper
aquello que tiendes a
establecer
a costa de mis plegarias sin fe.
Jamás juego con tus hilos. Lo juro.
Yo no soy tejedora de destinos.
Esa obra la dejo en tus sabias manos.
Y a pesar de que siempre me aventuro
no te tomes a mal mis desatinos.
Sé bien que atiendes mis rezos profanos.
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Elizabetta Puig® / Derechos Reservados
Imagen:Galatea Santos®/ Ría de Avilés (Sep. 2015)
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