Así como la noche cae sobre todas las criaturas
caes sobre mi regazo como luz tenue.
Duermen en tus manos mi agonía y tus sigilos,
mi piel siempre alerta y tus deseos de lucha cuerpo a cuerpo.
Y entre ellos no existe paz ni tregua alguna.
No nació el día aún en el que yo quiera
rendir mis armas a la batalla de tu boca siempre sedienta.
En cambio, te invito a la avidez de mis labios más recónditos.
Y más allá de donde surge la palabra encendida
agonizamos en aquello que nos roba el aliento palmo a palmo…
caes sobre mi regazo como luz tenue.
Duermen en tus manos mi agonía y tus sigilos,
mi piel siempre alerta y tus deseos de lucha cuerpo a cuerpo.
Y entre ellos no existe paz ni tregua alguna.
No nació el día aún en el que yo quiera
rendir mis armas a la batalla de tu boca siempre sedienta.
En cambio, te invito a la avidez de mis labios más recónditos.
Y más allá de donde surge la palabra encendida
agonizamos en aquello que nos roba el aliento palmo a palmo…
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Elizabetta Puig® / Derechos Reservados
Elizabetta Puig® / Derechos Reservados
Imagen: Galatea Santos®/ Patio de Córdoba (Mayo 2016)
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