ARGUMENTOS...


¿Me vas a querer siempre?, preguntabas
Quizás, contesté...
Y cristal se volvía tu mirada
y tus manos barquitos de papel...
De tu boca no quiero hablar,
se perdió en mí su miel…
Y ya no dejó decir más...
Se volvieron huracanes tus labios,
y yo velas abiertas al viento
sobre las que tu pudieras navegar...
Sobrevivir a tanta batalla cuerpo a cuerpo
no fue fácil...No queríamos conquistar la paz...
Ni siquiera buscamos una tregua
en la que poder volver a respirar...
Devoramos nuestros alientos
cómo devoran las olas el mar...
no dando opciones ni excusas,
con las que poder escapar...
!Bendita sea tu locura!
Bendita la mía, aún mas,
cada vez que me haces preguntas
y no sé qué contestar,
cediendo el paso en cada gesto,
dejándome llevar por tus argumentos
imposibles de derrumbar…
.
Elizabetta Puig® / Derechos Reservados
Imagen: Galatea Santos® / SAN VICENTE DE LA BARQUERA (CANTABRIA)

MI QUERIDO LECTOR...


Mi querido lector, dos puntos...
.
Me he mudado al cementerio…
Sí, si, al recinto donde usted me envió
después de sus últimas palabras: "estoy muerto",
dijo usted entre estertor y estertor, casi sin aliento…
“O al menos, quisiera estarlo de aquí a rato y medio”.
Lugar cálido dónde los haya. Y poco serio que decían aquellos…
Cada noche es una fiesta a tumba abierta
y cada madrugada acunando a la Luna en silencio,
echamos el resto.
Más tarde, cuando el Sol se anuncia,
nos batimos en retirada y cerramos el comercio
de ropas usadas y calzado casi nuevo
de suelas limpias y sueños rotos a destiempo.
Los habitantes de este pueblo no dejan nada al azar.
Son puntuales, limpios y disfrutan del frío mármol
tallado a golpe de lágrimas de propios y extraños.
Y la lluvia cuando llega
se deja caer sin grandes aspavientos
imaginando que somos gladiolos y crisantemos
que de algún jardín se perdieron.
Mi querido lector, jamás nadie me hizo mejor regalo.
Y eso que ni siquiera perdió tiempo
en colocarle un lazo bien grande
o un papel decorado con corazones latiendo.
Aquí las flores son más flores,
sus vida se alargan de forma mágica…
No en vano las riegan cada día con plegarias y rezos.
En las tardes soleadas las almas perdidas
se arremolinan a mi alrededor
para acompañarme en mis paseos entre cipreses y setos
laberínticos dónde regalar al tiempo eterno
todo mi tiempo sin amo ni dueño…
Piensan las almas (!ingenuas!) que conozco la puerta
de salida al cielo que las aleje del infierno
de saberse perdidas entre dos mundos
que no sabe de ellas ni siquiera el porqué
de su deambular entre dos orillas sin tierra
ni acantilados a la vista de sus cuencas vacías.
Y presumen de figura en un estado
entre sólido y evaporado, entre fantasmal y entelequia
huyendo a paso ligero de los ladridos de los perros…
que dicen que no muerden,
pero quedando de ellos sólo los huesos,
poco daría yo por sus esqueletos.
Pero aquí me encuentro y en ocasiones,
incluso me veo alzando el vuelo
sobre estos muros que me confirman
entre la realidad y la utopía
que sigo viva, pero condenada al ostracismo,
al trance de no saber sí más allá
sigue el mundo girando o detuvo su movimiento.
Y sí finalmente se dio su muerte,
su traslado a lo etéreo de lo eterno
o sigue respirando a pesar de sus deseos.
!Que no hay nada más complicado
que vivir sin perder la vida en el intento!
.
Elizabetta Puig® / Derechos Reservados
Imagen: Galatea Santos® / Cementerio de COMILLAS (CANTABRIA)

ENCUENTRO...


En el último momento
el motor de la existencia
arranca de nuevo más vivaz que nunca,
dándonos ocasión a una nueva batalla
visible sólo desde la cercanía
de la piel en la sal de los labios.
Dentro de la niebla, cerca de la orilla
el camino siempre se malogra,
pierde su trazo y sus líneas virtuosas
colmadas de astillas
como un atardecer que se descompone
al acabar el día.
No basta con caminarlo,
además hay que sembrar a cada paso
una razón que nos ampare
cuando la noche hunda sus fauces
por entre la prudencia huida...
Recreemos cada día el encuentro
entre tu desazón y mi agonía
quizá en ese punto encontremos
lo que nos niega la osadía.
.
Elizabetta Puig® / Derechos Reservados
Imagen: Antonio C. Conejo / Cabo de Gata

VUELVE...


¿Qué viento te lleva en sus alas?
¿Qué extravío sostienen las ramas
de tus propósitos?
Allá donde la convivencia se hace riesgo
allí a cada rato brilla tu vuelo atrevido
a ras de tierra extinta 
y mar encendido...
¿Qué ley marca la táctica de las ideas
y la memoria desdibujada por su propio trazo
acechando desde su habitáculo,
enterrada entre las semillas de la ofensa severa 
y el más venial de los credos
que no respeta nada ni nadie en sus labios?
Dar respuestas a las preguntas ignoradas,
a la identidad de la victoria de los gestos,
a la inmortalidad de tus oquedades,
a lo perpetuo de los puentes derruidos...
¿Qué viento te lleva en sus alas?
¿Quién nutre la luz de tus días cegados
por el brillo de la muerte surcando
el torrente de los condenados?
Vuelve gorrión. Vuelve aun callado
al final de los principios más pueriles 
y a la insistencia de velas en los mástiles caídos.
.
.
Elizabetta Puig® / Derechos Reservados
Imagen: Galatea Santos® / Playa de Poniente (Gijón)