Conviérteme en los muros que sostienen tu casa
bajo los aleros de los anhelos más infranqueables,
Légame el poder del fuego que atempera el alba
entre tus sábanas sobradas de miseria y desnudez.
Abre los ojos a mi aliento en tus ventanales
donde dejo las huellas de todos mis silencios,
donde las palabras pasan de ser humo inalcanzable
a roca firme. Y herramientas esenciales.
Toma del alimento de los dioses
este maná caído de un cielo siempre en guerra
con cuanto acontece a ras de suelo.
Toma y no cejes,de la luz al final del túnel
de los que retornan perdedores
a la vida desde el mismísimo averno.
Conviértete en pecado mortal
de una larga lista de infracciones,
en penitente nunca arrepentido
sucumbiendo a las tentaciones sin límite ni recibos.
Será entonces, y sólo entonces, cuando yo sabré
que fue tu voz la partitura que se extiendió
desde la quietud de tus labios a mi caos
convertida en un susurro feroz.
.
Elizabetta Puig® / Derechos Reservados
Imagen: Galatea Santos ® / Anochecer sobre el Guadalquivir (CÓRDOBA)
No hay comentarios:
Publicar un comentario