DERROTA...


Una vez tuvo un don.
Tenía todo para vencer sobradamente.
Y sin embargo fue la derrota 
quién clavó sus colmillos
de parte a parte en su escuálida flota...
Hundió sus naves en el cieno 
asegurándose el infierno el precio,
las ganancias y el veneno
que dieron a beber entre todos...
Los huesos rotos como cristales
vendieron entonces sus argumentos
a cualquiera que quisiera componer
una canción con sones en honor
a todo lo que allí quedó muerto...
Las flores de tan funesto momento
fueron espigas resecas por los soles del infierno
que se clavaban como puñales
en la sinrazón de todo lo expuesto...
No basta con ser y celebrar,
no basta con apostar todo a un único sueño,
no basta con el deseo.
Se necesitan además, alas
con las que poder remontar el vuelo
como dragones a galope
entregados al ímpetu del fuego.
Tenía todo, pero sobraba la desazón
de todos aquellos rostros ajenos
vestidos de niebla y secretos
desnudos de entrañas de modo obsceno...
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Elizabetta Puig®/Derechos Registrados
Imagen:Galatea Santos®/NIEMBRO (ASTURIAS)

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