CUERDOS...


Sobraban intenciones y faltaba juicio.
Para bien o para mal, no existe
la medida que dimensione a ciencia cierta
las horas imprecisas e inexactas
que deslucí asomada a mi ventanal...
Allí, a mil metros de inquietud sobre el suelo,
quise volar sin alas ni rumbo cierto.
El cielo es una pista libre
siempre dispuesta para el ascenso,
nunca concurre a la caída en desgracia
tras un vuelo libre de lindes y términos concretos...
Sobraba quizá alborozo y aleluyas,
jubilo y carnaval del arco iris
que olvidó con un gesto impune
que a ras de suelo aún existen
punzadas en el pecho
vestidas de blanco y negro...
Fue el luto de los últimos cuerdos
los que hicieron el resto,
los que hoy guardan la locura
a salvo de aquellos tiempos
vagando por las calles entre aguaceros...
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Elizabetta Puig® / Derechos Reservados
Imagen: Galatea Santos® / Pista filandesa (OVIEDO)

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